GIRODIAS: Era muy difí­cil hablar con Burroughs porque no decía nada. Tenía aquellos rasgos atemporales increíbles, como de máscara … y aquella actitud de frialdad total. Estaba viviendo entonces con Brion Gysin y Gysin era el que lo decía todo. (…) Aquel hombre no decía absolutamente nada. (…) Después de publicar El almuerzo desnudo publiqué un libro suyo cada seis meses. La máquina blanda, El tiquet que estalló. Nunca tuve mucha charla editorial con él, ninguna en realidad. Él simplemente traí­a el manuscrito y yo lo editaba.

BURROUGHS: Cuando alguien me pregunta hasta que punto es autobiográfico mi trabajo digo: “Todas las palabras son autobiográficas y todas las palabras son ficción”. ¿Qué puedes contestar a una pregunta así­?
TENNESEE WILLIAMS: Mi respuesta es que todas las palabras son autobiográficas y ninguna palabra es autobiográfica. No puedes hacer trabajo de creación y atenerte a los hechos.

SUSAN SONTAG: Las mejores emociones para escribir son cólera y miedo o pánico. Si tienes emociones de ésas, vas viento en popa.

BOCKRIS: William, ¿has escrito alguna vez algo por admiración?
BURROUGHS: No sé lo que significa ese término. Me parece una emoción anémica.

BURROUGHS: Su actitud era frí­a y precisa. Muy delgado, muy tieso, jersey de cuello subido y chauqeta deportiva. Parecía gozar de uy buena salud…es alguien que no necesita introducir nada en su persona
SONTAG: Allen hizo una especie de “om” y Beckett dijo “Sí­, realmente tenía (Joyce) una hermosa voz” y yo me quedé pensando en la hermosa voz que tenía él…. No conozco acasi nadie que sea más joven que Beckett … es el hombre más sexy que conozco… Fue una experiencia ingrávida, porque, es verdad, no pasó nada, nada en absoluto.

Victor BockrisCon William Burroughs, conversaciones privadas con un genio moderno