“En griego, “agon” significa “conjunto de ciudadanos”. La palabra “protagonista” viene de allí­: aquel que puede formar parte de una asamblea humana. Podemos decir jugando con su etimologí­a: quién no es capaz de hacer un potlatch, no devendrá protagonista de nada, no entrará en calidad de protagonista a su comunidad, tampoco tendrá prestigio, ni hará brillar su nombre. Por lo tanto, el prestigio, el brillo del nombre, vienen de esa capacidad de dar, de hacer circular. Para poder recibir, se debe antes poder desprender de algo.”
(op. cit.)

“”¦El Potlatch es un sistema complejo de intercambio, Mauss lo llama de “prestaciones sociales totales” porque va a implicar el total de la vida simbólica de esa comunidad. Un intercambio que es reglado, y funda los lugares que cada quién ocupa en la trama social. Estas prestaciones sociales complejas son un intercambio, no sólo de bienes materiales o de riqueza, son sobre todo
intercambios de gestos de cortesí­a, de rituales, de fiestas, de mujeres y de niños. Se trata de un intercambio sofisticado y simbólico […] se trata de destruir, quemar, tirar al mar, hacer añicos la riqueza, de “consumirla” en el sentido en que se consume un leño en el fuego. Es una prestación de tipo agoní­stico”¦” (*) “El acto educativo. Del intercambio al don – III. El Acto de Donar”. P. Zenón; L. Bourband.

“¦”En griego, “agon” significa “conjunto de ciudadanos”. La palabra “protagonista” viene de allí­: aquel que puede formar parte de una asamblea humana. Podemos decir jugando con su etimologí­a: quién no es capaz de hacer un potlatch, no devendrá protagonista de nada, no entrará en calidad de protagonista a su comunidad, tampoco tendrá prestigio, ni hará brillar su nombre. Por lo tanto, el prestigio, el brillo del nombre, vienen de esa capacidad de dar, de hacer circular. Para poder recibir, se debe antes poder desprender de algo.””¦
(op. cit.)

“”¦El Potlatch es un sistema complejo de intercambio, Mauss lo llama de “prestaciones sociales totales” porque va a implicar el total de la vida simbólica de esa comunidad. Un intercambio que es reglado, y funda los lugares que cada quién ocupa en la trama social. Estas prestaciones sociales complejas son un intercambio, no sólo de bienes materiales o de riqueza, son sobre todo
intercambios de gestos de cortesí­a, de rituales, de fiestas, de mujeres y de niños. Se trata de un intercambio sofisticado y simbólico […] se trata de destruir, quemar, tirar al mar, hacer añicos la riqueza, de “consumirla” en el sentido en que se consume un leño en el fuego. Es una prestación de tipo agoní­stico”¦” (*) “El acto educativo. Del intercambio al don – III. El Acto de Donar”. P. Zenón; L. Bourband.