La „politeness“ como mercancía
La conversación tal y como lo expondrá Francois de Callií¨res (1645-1717), La Fortune des gens de qualité et des gentilshommes particuliers, enseignant l’art de vivre í la cour suivant les maximes de la politique et de la morale[1], se había transformado, ya a finales del XVII en una „mercancía“ que se podría aprender y exponer como un síntoma de cierto estatus de nobleza. Morvan De Bellanger, escribirá, „muchas personas pasan por „pulidas“ teniendo tan solo una capa superficial: se esconden, pero bajo esa apariencia roban exteriores que deslumbran … así pues uno no puede creer mucho de esta cortesía exterior que consiste tan solo en ciertas maneras artificiosas … Debe estar arraigada en el corazón y estar basadas en sentimientos reales“.
El sentido común sería el único criterio válido para diferenciar la cortesía real de la falsa. A diferencia de las reglas, que podrían ser publicadas, esta noción del Sentido Común, establecería la diferenciación de le monde y la definición de si misma, ya que se basaría en una interiorización real de las reglas expresadas públicamente. El consenso en el sentido común restaurará el ideal de armonía que habría caído fuera del sentido de la conversación cuando se distinguía de la asociación. La opinión pública tomará creciente importancia como el „tribunal“ en el que le monde se gobernaba así mismo.
Politeness se convertirá en la clave diferenciadora de una nobleza que necesitará reafirmarse en su autonomía y su exclusividad mientras que aceptará la realidad de la movilidad social. La conversación „pulida“ al aceptar el arte verbal y la asociación, reemplazará el arte marcial y la mirada al enemigo como una característica definitoria de la nobleza moderna. La publicidad será un aspecto crucial de la politeness, manifestada en la publicación de manuales de conducta, en la elevación del sentido común a la opinión pública como el tribunal moral de le monde para que este preservase su autonomía y exclusividad, y como una necesidad para descifrar las falsas imitaciones. La reputación se basará en la politeness y en la publicity que serán la base de la nobleza. El cambio pasará de la idea de nobleza de nacimiento a la de la apariencia en el comportamiento como única vía de juzgar a la nobleza y preservar su reputación. La movilidad social comenzaba a ser posible gracias a la educación, pero será la hipocresía, el resultado de la mera imitación, y así el discernimiento será importante. … la nobleza buscará un equilibrio difícil en un mundo cambiante amparándose en esta idea de las relaciones recíprocas del intercambio verbal y de consenso para mantener este frágil equilibrio
[1] La Fortuna de la gente de calidad y de los señores privados, enseñando el arte de vivir en la corte de acuerdoa las máximas de la política y la moralidad, o, The Fortune of people of quality and private gentlemen, teaching the art of living at court according to the maxims of politics and morality