Guillermo Gomez Peña

Quizá a finales de los 90 los artistas políticos y los intelectuales de los Estados Unidos no serán piratas de frontera o cronistas alternativos sino respetables pensadores sociales
Quizá los grupos multiraciales de artistas y los gestores artí­sticos dirigirán el ministerio de asuntos culturales
Quizá incluso habrá un ministerio de asuntos culturales con un presupuesto equivalente al de otros paí­ses, y más de cien artistas experimentales podrán sobrevivir exclusivamente de su arte.
Quizá habrá un acuerdo de arte libre entre Estados Unidos, Méjico y Canadá, y podremos intercambiarnos ideas y productos artí­sticos, no sólo bienes de consumo y sueños vací­os
Quizá la iniciativa de “solo-español” reemplace a la de “solo-inglés”
Quizá la frontera latino americana, la gran “cortina tortilla” se colapsará finalmente
QUizá uno de estos días la artista chicana Amalia Mesa-Bain se convertirá en gobernadora de California, y el performer Tim Miller o John Malpede en Mayor de Los Ángeles.
Quizá el poeta Ví­ctor Hernández-Cruz se hará presidente de Puerto Rico independiente, y NoamChomsky secretario de información de los Estados Unidos
Quizá Ralph Nader sea secretario de Medio Ambiente, y Luís Valdez el director de una generosa INS
Quizá los performace artists sean oí­dos en la Radio Nacional Pública y los poetas y filósofos de color publicarán diariamente en los principales periódicos.
¿No les gustaría leer las opiniones de Cheri Moraga, James A. Luna o Essex Hemphill en su periódico local?
Quizá podamos ver a Trinh T. Minh-Ha; Jessica Hagedorn; Gayatri Spivak; Michele Wallace; Coco Fusco; Gloria Anzaldúa; Cornel West; Rubén Martínez; James Clifford y muchos otros pensadores de la otra América sobre una televisión nacional multilingüe.
Quizá habrá al menos cinco televisiones culturales en cada ciudad, y cada obra de cine o de vídeo independientes se podrá conseguir en la tienda de vídeos de la esquina.
Quizá podamos comprar libros de autores chicanos, afro-Americanos y Asian-Americanos en el supermercado e incluso en el 7-eleven
QuIzá habrá tantos espacios alternativos que ya no se llamarán alternativos
Quizá no habrá ya necesidad de Centros de Comunidad ya que cada ciudad funcionará como una comunidad real.
Quizá habrá tantos artistas e intelectuales de color trabajando en nuestras instituciones culturales, como mediadores y educadores que no habrá necesidad para etiquetar su etnicidad.
Quizá ya no necesitemos imaginar

GGP, “From Art-gameddon to Gringostroika: A Manifesto against Censorship”, en Mapping theTerrain New Genre Public Art (editado por Suzanne Lacy)