weird place this city
Mes volado. No escribí en tanto tiempo. Parece, sin embargo que no escribí por tan sólo dos días. vivo ahora entre la América más profunda de sonrisa profident y how are youtoday, y la más auténtica, de cultura underground y disparates en multi color. Ambas son extremas y ambas son performativas. Una te retensa el cuerpo pues basa las relaciones en cierto congelamiento de las emociones. Uno no puede estar de mala leche, por ejemplo, o eufórico, es un decir. Uno debe estar perfeccionado, controlado en una sonrisa petrificada en el rostro. Así todos siguen su marcha saludando con la mano con una ceremoniosidad mecánica. es como deambular entre muñecos mecánicos nada peligrosos pero altamente irritantes. Podrías pasar el resto de tu vida así, saludando con tu prótesis dental, sin dolor y sin gozo, saludando asépticamnete al vecino que, a su vez, saludará desinsectado. Imagino que todos ellos, mecánicos seres cuasi perfectos, tendrán una doble vida, miles de manías clausuradas de cara al mundo y explotadas en una sordida soledad. Imagino que no llegan a petrificarse porque disfrutan de estas su perversiones privadas, o porque, como he tenido ocasión de experimentar esta mañana, van a cursos de prácticas deportivas que tiene más que ver con el entrenamiento para matar que con el deporte es salud y todas esas cosas.
Como el disparate multicolor está por llegar, mañana tengo mi primera cita de indagación y más adelante espero conseguir más. Lo malo es que, y aunque no me considero mecanizada para la perfección profident, la extravangancia del permanente baile de disfraces y las puestas en escena tanto de la Pocha nostra como de la Sprinkle me van un poco grandes, no se, a fin de cuantas, sino seguiré deambulando un poquito por aquí y otro poquito por allá sin acabar de ubicarme jamás en ninguno de los extremos, ni los coloristas ni los agrisados…