…pero pensé que sería ridí­culo correr en calcetines tras el amante de mi mujer. Y no querí­a ser ridí­culo, sino terrible

León Tolstoi, La sonata a Kreutzer.

Sonata para violí­n n.9 dedicada a un violinista llamado Rodolphe Kreutzer, por Beethoven
Tolstoi escribirá „Sonata a Kreutzer“, en la novela Pódnyshev, explicará con naturalidad y gran calma como asesinó a su mujer por el delirio incontrolado en el que se vio sumido una noche en que pudo escuchar como ella, pianista aficionada, y su preceptor musical, apuesto joven, ejecutaban juntos el primer movimiento de la sonata. El amante escapó, pero la mujer, como casi siempre, pereció. René Prinet, dedicará a Kreutzer un cuadro, „Sonata a Kreutzer“ plasmando la escena de la mujer de Pódnyshev y su apuesto maestro. Dos versiones realizará por si había duda. Luego está „Cambio de Luz“ de Clarí­n en torno a la deriva musical y mí­stica de un crí­tico de arte, filósofo y naturalista, poco antes de perder la vista y oí­r la Sonata de Kreutzer. Leos Janáceck, el compositor creará un cuarteto de cuerda inspirado en la novela de Tolstoi en 1923. Margriet de Moor escribe „Sonata de Kreutzer“ (Losada 2005) en la que reproduce el drama de Tolstoi y que motiva el cuarteto de cuerda de Jánaceck. Y ahora Jesús Ferrero acaba de publica „En brazos de la sirena negra“ en la que suena insistentemente el Kreutzer, es, tal vez una trama que gira en torno y sucede por, una una sonata … ¿será?