las derivas de un papelito
estaba en un papelito pequeño y sucio
contenía una cita que había olvidado en su perfección pero que repetía por aquí y por allá de pura memoria. se trata de una de esas citas que quedan para siempre contigo y desaparecen para siempre en su materialidad. no encuentras el papelito, no sabes donde la leíste y tampoco donde recobrarla, pero la mantienes presente, como un pequeño tesoro que conforma tu vida. el otro día, el domingo, clausuré por fin mi casa de murcia, esa casa en la que pase tantas horas de soledad, en la que fui extrema en la felicidad y extrema en la desesperación. curiosamente al vaciar la casa completamente apareció el papelito, un texto que debí escribir, copiar vamos, en el año 2000 si no antes. pudiera ser que viajara de Madrid a Valencia y luego a a Alicante y luego a Denia quizá a Florencia y tal vez a san francisco, a todos los lugares donde he vivido entre el 99 y el 2009…. en fin, sus derivas no las se, pero su reaparición si la celebré.
acabo de colgar un post en mi web, http://gloriagduran.com/, que aun es un mero proyecto pero que será en breves el contenedor de mis derivas, aunque espero que sean derivas más asentadas y menos delirantes. mantendré este blog para mis delirios y la web para cierta seriedad que no se bien si es necesaria o no pero, digo yo, que para algo servirá. a lo que voy, y sé la cita para los previos de una conferencia que di este verano en el EACC y así lo colgué… pero, ete aquí, que en estos previos no cite a Octavio Paz como se merece, esto es, en su plena perfección textual, me limite a con mi parco lenguaje intentar acercarme lo más que pude a la idea que quedó en mi grabada para siempre. ahora me parece justo, hallado el papelito, re-escribir aquí la cita en toda su lucidez que es mucha:
El arte es una de las formas más altas de existencia, a condición de que el creador escape a una doble trampa; la ilusión de la obra de arte y la tentación de la máscara del artista. Ambas la petrifican; la primera hace de una pasión una prisión y la segunda de una libertad una profesión.
Y las derivas que en mi cabeza han dado esta cita irán apareciendo al ritmo de mis delirios.
Al menos, eso espero.