Dicen que soy insegura. Y lo soy. E imagino que acabo apoyándome en demasí­a en textos ajenos, no por deformación profesional, pues nadie me enseñó a hacerlo, sino por eso, por lo que dicen que sufro, inseguridad.

Es por ello que comenzaré hoy una serie, esta, que quizá nunca siga, podrí­a ser, y que irá sobre el arte de escribir a chorro plomo y sin importarme los textos que con esmero y eficacia funcionarial armo para un congreso o para aclarar mi cabeza o para aprender. Esos que están cargados de los corta y pega tan socorridos y perversos con los que muchos arrancamos a pensar, o al menos a intentar pensar.

Esta vez se trata de mis queridos ingenios para trocar la vida. Que son muchos y difí­ciles de explicar en su sencillez extrema. Imaginario colectivo le llama Spinoza, eso es, a veces cuando uno parece no poder pensar y escucha nuestras grabaciones para nuestro oráculo manual se sorprende de la facilidad y sencillez con la uqe muchos solucionan problemas que para otros, tal ve, ni siquiera lo sean. y no lo son no por no serlo realmente, sino porque nos han constituido de tal forma en esta nuestra compleja y delirante sociedad, se han imbricado con tal maestrí­a en nuestros modos y modelos de funcionamiento que ni siquiera nos los cuestionamos. O al menos no todos nos los cuestionamos.

Cómo comemos, cómo amamos, cómo fornicamos, cómo caminamos y nos desplazamos, como habitamos y dónde lo hacemos, como pagamos o compramos, cómo conversamos, cómo nos curamos, cómo arreglamos nuestros asuntos legales, cómo nos comunicamos. Cómo al cabo vivimos al día, cómo consumimos nuestras horas en esta cosa tan compleja y tan simple a la vez que es vivir.

Quizá no todos nos preguntamos las cosas más simples y quizá muchos si lo hagan. Es por ello que nos pusimos manos a la obra. Hemos querido hablar de ingenios reales, modos de relacionarse de las gentes, inteligencias concatenadas, artefactos para funcionar, ideas para hacer las cosas, esas cosas sencillas que hacen la vida.

Para introducir nuestro trabajo audiovisual lo que haremos será ir término a término. Pero de abajo a arriba y no de arriba a abajo. Un poco patas arriba.

Manual: de fácil uso.

Oráculo: de orare, dar respuestas orales sencillas a preguntas igualmente sencillas.

Vida: todo eso, sencillo, son asuntos cotidianos nada de grandes ideales, regar tus plantas, que dirí­a Volatire para vivir en el mejor de los mundos posibles.

Trocar: cambiar, revolver, esto es poner las cosas en otros lugares en un permanente desorden, metamorfosear para evitar los envites de la Fortuna, que dirí­a el arte de la prudencia Gracianesco, o ir adaptándose a los contextos que pedirí­a una revolución transversal… localizar nuevas vías, inventar nuevos mundos, como los zapatistas, no se trata tanto de derribar ni derrotar sino de inventar nuevas vías de hacer las cosas más simples. Y por el momento, siguiendo tanto a lo manual como al oráculo son ideas de arranques…

Ingenios: o la parte más operacional para llegara  la perfección del ser humano individual y de sus relaciones con los otros, esto es, el ser humano completo nunca puede concebirse como un ente aislado sino como una suerte de modos de relacionarse con las cosas, con los otros, con las plantas y con todo lo que le rodea. pensamos en un ingenio colectivo siguiendo, claro está a Spinoza y matizando el tercer puntal de la máquina revolucionaria de Antonio Negri. No creemos que la cuestión de la plena potencia también spinoziana sea operativa a la hora de la vida cotidiana, esta, la potencia, es la querencia del perfeccionamiento del ser enun largo plazo, es el conatus o la tendencia a la virtud, esto es, a la plena potencia del ser. esto no de, por supuesto, perderse de vista, pero para hacer un manual queda así­ como demasiado grande. Por ello hemos querido rescatar los „INGENIOS“, algo más operacional, algo a medio plazo, algo que pone en jaque  aun montón de inteligencias, de biografí­as y de ideas que colectivamente saben y de hecho generan alternativas y propuestas, que son al cabo ingenios y que son lo que buscamos para hacer esos asuntos inevitables y antropológicos…. amar, comer, caminar, habitar….

simple

faltan palabras

falta paciencia

falta desarrollo

pero queremos, también es verdad, llegar a la esencia

una gotita que e expanda y huela durante mucho mucho mucho tiempo, y más.