Ayer estuve en la galerí­a mad is mad, por que Roberto Vidal y Luján Marcos comisarían una exposición que se llama dí¢ndi, dentro de Jugada a 3 Bandas. Fui por que ellos me lo pidieron.

Grabamos un pequeño vídeo que será la presentación de la parte digital de está real, una parte que se llamará Las Dandys, un proyecto que, “toma como punto de partida la tesis de Gloria G. Durán sobre “Dandysmo y Contragénero”. La primera obra será un vídeo realizado a Gloria donde resuma verbalmente su proyecto. A continuación se colgarán hasta un máximo de 12 obras
que hagan referencia a la tesis de Gloria, con la interpretación que cada una le quiera dar.”

El proyecto estará en la plataforma digital nowwwh, que es, tal y como me comentaron Javi y Bea en día que les entrevisté: “… es una plataforma on-line, en Internet, y  decidimos configurarla como nuestro espacio. Entonces decidimos hacer esta plataforma on-line. Podíamos decir que es un  plataforma curatorial, aunque tampoco me gusta llamarlo así­. Hay comisariados pero también suceden muchas otras cosas. El tema de hacer exposiciones on-line viene de las ganas de experimentar y de probar con otros formatos. Esa idea viene de hacer proyectos en el espacio fí­sico, exposiciones y proyectos curatoriales y  bueno como sería esto si lo llevásemos a Internet, como sería esto trabajando con artistas que nos interesan pero ahorrando todo lo que son gastos de gestión, de logí­stica. Y entonces era una cosa hí­brida entre una web, un blog, una red social.  Es un plataforma de proyectos.”

Y bueno, preparé unas cositas que luego no dije, pero que quizá merezca la pena recordar porque en el vídeo, al final, creo que no dije nada de esto.

Ser permanentemente improbable

Cual es la probabilidad de que yo logre, de una vez por todas, ser absolutamente improbable.

La divisa de la ilustración era, a decir de Kant, ten valor de servirte de tu propio entendimiento. Una suerte de libertad en el uso público de la razón. Y Foucault que interpreta el texto ve este atisbo de cierta libertad en una actitud, lo que el llama la actitud de la modernidad, en una ethos filosófico, en una reflexión sobre el hoy que se transforma en una teorí­a de la vida. Y en esta los modos y las maneras, las vías que encuentra uno para relacionarse con el mundo y con uno mismo son las únicas en las que, tal vez, encontremos una salida.

Indudablemente, dice Juan Acha, no existe el arte como una sustancia especial y fija que se de con pureza en ciertos objetos. Es una particularidad relacional que puede objetivarse en cualquier conjunto material perceptible, termina. Y no serán más que las materializaciones de esta relación con el mundo y con uno mismo lo que tal vez luego alguno conciba como sus obras de arte, las de los dandys, yo les llamo huellas de vida. Y esas huellas fueron, en muchas ocasiones, performance antes que la performance, una corriente artí­stica que, casualmente, fue inaugurada, al menos en gran parte por mujeres.

Pero, ¿cómo se relaciona con uno mismo un auto elegido dandy?: cada uno debe elaborarse de un modo arduo y complejo, cada uno debe transformarse en el producto de su propia elaboración, y, por supuesto, uno debe inventar sus costumbres. El ascetismo del dandy hace de su cuerpo, de su comportamiento, de sus sentimientos y de sus pasiones, de su existencia, una obra de arte. Y como el arte no es más que la materialización más o menos objetivable de un modo de relacionarse entonces, parece que la utopí­a sería que seamos todos dandys si nos atenemos a esta lectura y no a aquella más estetizada y lustrosa. Al cabo en la elaboración de si uno puede ir hecho una piltrafa y lograr su plena potencialidad desde el piltrafillismo.

Al cabo habremos de pensar que son aristócratas de intemperie, aristócratas del espí­ritu que destilan esa escurridiza cosa que se llamó je-ne-sais-quoi, ese yo-no-se-qué, o como lo dirí­a el gran Baltasar Gracian, el despejo:

El despejo, alma de toda prenda, vida de toda perfección, gallardía de las acciones, gracia de las palabras y hechizo de todo buen gusto, lisonjea la inteligencia y extraña la explicación
Baltasar Gracian, El Héroe.

Ese “no-se-qué” ese je-ne-sais-quoi es del todo inexplicable, ya Meré en el siglo XVII dirá de él que está compuesto por entero de matices. Esos “matices” que exaltaran con ahínco todos aquellos que durante el vulgar siglo de la burguesí­a, el XIX, quisieron despegarse de la clase a la que realmente pertenecían y por ende despegarse cualquier etiqueta ya impresa para ellos, sin por ello decidir pegarse una única y vital etiqueta otra. Esos matices que pueden cambiar como lo hace la entonación de un suspiro o el modo en el que uno extiende la mano o grita más o menos fuerte.

Ser imprevisibles, ser del todo improbables. Hacer siempre, y por sistema, lo contrario de lo que de uno se espera. Id siempre a contracorriente, y si la corriente es la misma contracorriente (en la cuerda comodifica tu disenso) pues inventar una corriente paralela. Pero siempre otra. Adscribirse, en suma, a la estética de la negatividad. Y con toda esta maniobra de auto invención con una teorí­a de la vida otra siempre en mutación conseguir, de una vez por todas, romper los pilares sobre los que se ha asentado la sociedad burguesa, a saber:

1. La que separa y pre-etiqueta y controla y encorseta la definición de la apropiada feminidad y la apropiada masculinidad.
2. La que decide lo digno y lo indigno de ser considerado arte.
3. La que diferencia los sujetos, supuestamente únicos e uní­vocos, de los objetos.
4. La que divide a los que son considerados artistas del resto de la raza humana.

Son seres auto-decididos, seres que organizan su vida toda, su relación consigo mismos y con los objetos que le rodean y con los demás de un modo consciente y también auto decidido rompiendo los sentidos de cada cosa que nos rodea y amplificando las posibilidades de todo, desde un llamador hasta un aspirador pasando por un botón.

Al final no es más que la búsqueda de la “autonomí­a” entonces: ¿por qué insisten tantos teóricos en que el dandysmo es un fenómeno eminentemente masculino? ¿Es que las mujeres aun son objetos? ¿es que las mujeres no somos capaces de erigirnos en seres auto-decididos y ser ni más ni menos que el producto de nuestra propia decisión y nuestra propia fabricación?

(en cuanto esté el vídeo listo lo linkeo)