¿Y tienen que representar siempre el papel del gesticulante puritano que jamás ha oí­do hablar de relaciones sexuales?

Después de todo, lo que cuenta no es donde uno se lava el cuello, sino donde uno se humedece la garganta

Así­ pues, ustedes los del mundo exterior, no sean tan duros con nosotros, y sobretodo abstenganse de compadecernos, buena gente. Tenemos todo loq ue tiene el resto del mundo en cuanto a comodidades comunes, y tenemos algo mejor: hombres y mujeres con un brillo en sus ojos, o en sus sienes un halo de un esplendor nunca visto.

Djuna Barnes, NY