Parece que nos cueste arrancar a escribir. Y es perfectamente lógico. Si uno quiere escribir en el ámbito académico que tenga claro que siempre ha habido alguien, filósofo, antropólogo, sociólogo, o de cualquier otra disciplina que ya ha formulado lo que uno pretende escribir, pero delimitado y bien argumentado. Ese alguien, además, ha acuñado un término que dibuja la intuición a las mil maravillas. Y por eso al final nos cuesta escribir, porque nos da agobio sentirnos ignorantes. Yo antes escribí­ una de mis corazonadas arrebatada y resulta que ya Foucault, nada menos que Foucault, había definido el acontecimiento, que no es más que lo que hace que un dispositivo (con toda la amplitud de la misma foulcatiana definición implica), un dispositivo digo se active. Y así­ va la cosa, acontecimiento, dispositivo, nuevo acontecimiento nuevo dispositivo.

A mi que me gusta darle drama a todo y que siempre encuentro las cosas estas después me parece que, pese a todo, y dado que ando en mi pequeño sector de corazonadas, me puedo permitir ciertos lujos, aunque peque de patana. Y eso me los permito aquí­ y ahora. Como el curso de filosofí­a que estoy siguiendo y que recomiendo encarecidamente, se llama así­: FILOSOFÍA AQUÍ Y AHORA, Y y me encanta porque te explica las cosas, además de con un magní­fico diseño gráfico, un poco así­, como para patanes, y eso, la verdad, dado mi patanismo congenito, me gusta.

Bueno intento aglutinar todas mis derivas mentales del día de hoy, un lluvioso día de septiembre en el que decidí­, muy sabiamente, retirarme del mundanal ruido y dedicarme a mis asuntos. Asuntos estos que, como suele ser habitual me han dado que pensar. Ando intentando articular lo que habré de contar el 11 de octubre en el Universidad de California la Merced, con el sugerente tí­tulo de (lo españolizo): TXP, procesos metropolitanos en código abierto. Por una parte arranco con cierta cita de Okui Enzawor (que por cierto está en este libro fundamental y abierto: Collectivism After Modernism: The Art of Social Imagination after 1945)

El artículo que pueden leer si descargan el libro, cuyo PDF era tan pesado que no pude incluir como me hubiera gustado, se llama: “La producción del Espacio Social como Obra de Arte …”. Okui dice lo que muchos hemos pensado, pero lo dice bien. Afirma que todas las revueltas sociales han sido la antesala de cambios estéticos de alto calado. De ahí saltaríamos a la conceptualización de Nuevo Genero de Arte Público, y tras ella a las derivas de Miwon Kwon en su libro One Place After Another, que también está en pdf en la red.

Cuando ya tenemos todo armado y el marco conceptual habremos de, no obstante, definir dispositivo, y participación, y colaboración, y agencialidad, y muchos otros término que, avanzando, van a emplear los integrantes de Praxis para describirse a si mismos. No obstante, y aquí­ me cabe la duda, al cabo, el público serán estudiantes de los primeros cursos, y no se si nos compensa cargar tanto de tanta teorí­a. Así­ pues tras MIWON, podrí­amos ir directamente a hablar de los cuatros FRENTES de guerrilla que tienen lo praxis, y con estas palabras dar, a lo mejor, alguna pincelada más de táctica, estrategia y operacional, y así­, en lugar de acartonarnos envueltos y enredados en terminologí­a perfectamente definida, nos aventuramos en una contienda mucho más sugerente.

Los cuatro frentes de los Praxis son: Vací­os Urbanos Autogestionados; Acupuntura Urbana; Dispositivos Móviles; Visibilizaciones. La lista de términos que he ido haciendo mientras los escuchaba en la entrevista que, si ellos me dejan, colgare aquí­ es la siguiente:

Generar autonomí­a y emancipación
Lo simbólico
TAZ – Ocupaciones Temporales
Reciclaje
Recuperación
Revitalización
Somo arquitectos, muchos, por desgracia
Afinidades con otros colectivos
Afiliaciones
Hackear la Academia
Bien Colectivo
Obra que fluya
Creative Commons– Licencias Libres- Código Abierto
Código Abierto
Empoderamiento
Diálogo
Herramientas Autogestionarias
Ví­rico
Contagio
Trabajar en Red
Arquitectura Móvil
Para el Ambiente metropolitanos
Para el desarrollo de actividades sociales y Culturales
Ocupación temporal del Espacio Público
Génesis de Estructuras Adaptables a la Ciudadaní­a
Experimentar Usos Comunitarios
Ciudadaní­a
Agencialidad
Autonomí­a
Empoderamiento
Manuales

Lo más importante, la pregunta final:

¿SEREMOS CAPACES DE SOSTENER LA VISIÓN CRÍTICA UNA VEZ PASADA LA CRISIS?

Pregunta que me servirá para, antes de entrar a desenmarañar todos los términos que están, por otra parte muy bien relacionados, me servirá, digo, para volver al punto desde el que partíamos… pero ha habido algún momento histórico sin ACONTECIMIENTO, esto es, sin cambio, osea sin CRISIS???

Mira que bien se me ha cerrado el asunto y no tenia idea alguna que lo fuera a hacer. Vila Matas siempre tiene razón, Que bien.

Bueno tras estas derivas y asumiendo que tengo otro artículo en el tintero que le debo a José Luis Anta Félez de la RAE, Revista de Antropologí­a Experimental, debo confesar que mi cabeza anda parcelada entre un lugar y el otro, lo que, creo yo, no está del todo mal. Por que de algún modo se van gestando los asuntos muchas de las veces por encuentros casuales. Hoy ha tenido lugar uno, dos , tres magní­ficos encuentros casuales de los que he ido dando buena cuanta en las entradas de está página web mí­a desestructurada, osea, en mi blog. El artículo versará sobre el nuevo prurito enloquecido en torno al arte de la conversación y sus múltiples derivas. Claro que las derivas retóricas de tan excelso arte tan grandemente perdido son variadas, y al margen de la mesa ciudadana, de la que ya me encargaré y de las infinitos foros de debate más o menos expertizado, que se dan en Madrid, hoy en mis encuentros casuales me han interesado tres: un encuentro relacionado con la diatriba del arte público o el arte para el interés público, la propuesta newyorkina para pensar la ciudad, Open Summit, y la más importante, y digo la más, porque es el paso de una artista, nuestra querida Suzanne Lacy, para poner a gente corriente y moliente a hablar, quizá el intento más peliagudo y farragoso, porque al cabo toda esta expertización en procesos metropolitanos es muy molona y da gusto escucharla pero es minoritaria, se mire por donde se mire, tener la osadía y el coraje de juntar a más de 300 personas y ponerlas a charlar, eso si que es un avance estético en toda regla. No se si acabará como aquella vez que en la playa de La Joya de California la misma Lacy junto a un montón de abuelitas a susurrarse unas a otras al oí­do, con el viento y la solas: Whispers, wind and waves, se llamó el asunto. Esta vez como la cosa se hará en Brooklyn, en el Museo de Brooklyn, la cosa se llamará “De la Puerta a la Calle”, y, al menos como intento, promete.

Veo pues como hemos recreado los salones del XVII, que han ido elaborando quizá sin apenas darse cuenta, sus código comportamentales, se conoce el tono, como uno debe moverse, que debe saber y que ha de traer preparado de casa. Se enarbola la retórica del libre fluir de las palabras y del diálogo abierto, de la escucha y tal. Pero a mi me da la sensación de que somos auto complacientes, que nos movemos en nichos de conocidos con muy buenas intenciones pero que, o espabilamos en ir variando los códigos en nuestro auto generado arte de la conversación, o la cosa se ira acartonando (como me gusta esta palabra), y quizá, de vez en vez, habrí­amos de volver la oreja a la gente más común y corriente e invitarla a hablar con la delicadeza y el respeto y el tiempo que requiere quien debe aprender a hablar cuando esto se le pide. ¿No es al cabo el fin último del noble arte de la conversación? Que todo hijo de vecino lo aprenda, y como el arte picassinao, este también hay que aprenderlo. TAMBIÉN!!