El pensamiento divergente es diferente a la creatividad, de algún modo es fundamental para la creatividad pero no es lo mismo. La creatividad, al menos para Ken Robinson, es el modo de generar ideas originales que tengan valor. La capacidad de pensamiento divergente es la capacidad para dar respuesta originales y múltiples ante una pregunta o un problema. Buscar las respuestas con un pensamiento no lineal, ni convergente.

Bueno, nos han educado para dar una respuesta, a que las soluciones son una sola. Los artistas, por otra parte, han insistido en buscar soluciones otras a cuestiones que interesan a la gente en general, o a una comunidad, o a un tiempo histórico. Aquí­ Yaiza tenía razón, es obvio que le arte ha sido, o ha debido de ser, una cosa contextual, dada en un momento dado, en un lugar dado y en unas circunstancias concretas. Obvio es que la promesa emancipatoria del arte y la estética poco o nada han tenido que ver con las derivas de la institución. Por que la institución ha coartado lo que hací­a al arte grande y diverso, esto es, claro está, el pensamiento divergente, pensamiento este que es procomún, que está en todos y es de todos, que es una capacidad humana, como el lenguaje. Pero igual que el lenguaje se aprende y a veces se clausura, demostrado está, y aquí­ el señor robinson lo explica muy bien, que la educación, tal y como está concebida y estructurada (cual fábrica reguladora) no hace sino matar el pensamiento divergente.

Lo que me inquieta es que los grandes artistas lo han sido por, y aquí­ recupero de memoria a Camnitzer hablando de Duchamp, haber desarrollado la capacidad, tal vez originaria de todos, del pensamiento divergente. Camnitzer decía que Duchamp era capaz por una parte de plantearse problemas, primer paso de suma creatividad, y luego de encontrar a ese mismo problema soluciones infinitas y siempre novedosas. Quizá la clave del arte, sobretodo del arte de vanguardia, se está releyendo y quiere, por fin, extenderse a toda la sociedad. Para ello, claro, hemos de reventar (disculpas por al emoción), sino todas, muchas de las instituciones que han configurado nuestra sociedad hasta la fecha. Muchas que ahora, con la revolución tecnológica, están quedando obsoletas y disfuncionales. Hemos tal vez de olvidar lo que sabemos y empezar a pensar colectivamente en divergente… esto es abrir la puerta a la capacidad humana de decidir como vivir e ir localizando tus propias respuestas a tus personales (o comunales es igual) preguntas.

La promesa de la capacidad emancipadora del arte llegando a su última conclusión y por supuesto llevándose de la mano el arte y cualquier beneficio económico cortoplacista con el que quieren modelar y distorsionar una verdadera creatividad. (que será colectiva o no será)